El objetivo del cierre quirúrgico del paladar duro y blando es, por un lado, la separación completa de la cavidad bucal y nasal y, por otro, la reconstrucción muscular del esfínter velofaríngeo. Para ello, es necesario preparar de forma atraumática las distintas capas para unir la lámina nasal y oral, así como la musculatura. El uso de un microscopio quirúrgico ha demostrado ser útil, especialmente al separar y volver a unir la musculatura mal alineada.
Para permitir un cierre sin tensión, especialmente en fendas anchas y bilaterales, es necesario separar el mucoperiostio de las partes nasales del hueso palatino y el vómer. El uso de raspadores con formas especiales facilita considerablemente la movilización de la lámina nasal y, con ello, el cierre sin tensión.
Con un elevador más estrecho, se puede preparar la transición entre el borde posterior del paladar duro y la musculatura sin dañar el haz vascular nervioso, así como el desplazamiento craneodorsal de las partes movilizadas del ligamento elevador.
En colaboración con la empresa Medicon, se ha desarrollado un conjunto de instrumentos para la cirugía microquirúrgica de paladar hendido, que permite una movilización segura de las diferentes capas de tejido, incluso en condiciones anatómicas difíciles. El conjunto permite una reconstrucción cuidadosa y funcional de las fisuras palatinas, incluso en bebés menores de 8 meses.